El peso de las letras no me pesa
las guardo en el cajón de mi memoria
desde mi edad temprana.
Juego con ellas cuando me da la gana
a ser razonable y a equivocarme,
a veces las mezclo y hago chapuzas
y si me esfuerzo en hacer malabarismos
hago versos y libros.
El peso de las letras no me pesa
me pesa cuando expresan
palabras que no deben existir:
Palabras sin alma como arma
Palabras que odio, como odio,
Palabras que duelen como llaga o herida
Palabras que nos hacen temblar como la guerra.
Palabras que se estorban entre ellas:
La riqueza de pocos, la pobreza de tantos…
Palabras que se estampan como un matasellos
y te matan como el cáncer.
Palabras que dan calambre como el hambre,
Palabras que dan miedo como la muerte.
A veces te relajan y te excitan
Como el sexo y el beso
A veces se disparan como un tiro, y las miro,
Y las envuelvo en papel celofán
Y las regalo en silencio.
Palabras de un número infinito que no grito.
El peso de las letras no me pesa,
me pesa su lírica,
pero a veces no me pesa
cuando juego con ellas
a nombrar la belleza
de las cosas buenas.
Y a veces me estremecen
cuando jugando mucho
se juntan en un libro
y leo lo que dijo un poeta:
“soy, en el buen sentido de la palabra, bueno”
Elena León
Pinto 18-04-09 Recital Infanta Cristina (Pinto)
Reservados los derechos de autor ®
las guardo en el cajón de mi memoria
desde mi edad temprana.
Juego con ellas cuando me da la gana
a ser razonable y a equivocarme,
a veces las mezclo y hago chapuzas
y si me esfuerzo en hacer malabarismos
hago versos y libros.
El peso de las letras no me pesa
me pesa cuando expresan
palabras que no deben existir:
Palabras sin alma como arma
Palabras que odio, como odio,
Palabras que duelen como llaga o herida
Palabras que nos hacen temblar como la guerra.
Palabras que se estorban entre ellas:
La riqueza de pocos, la pobreza de tantos…
Palabras que se estampan como un matasellos
y te matan como el cáncer.
Palabras que dan calambre como el hambre,
Palabras que dan miedo como la muerte.
A veces te relajan y te excitan
Como el sexo y el beso
A veces se disparan como un tiro, y las miro,
Y las envuelvo en papel celofán
Y las regalo en silencio.
Palabras de un número infinito que no grito.
El peso de las letras no me pesa,
me pesa su lírica,
pero a veces no me pesa
cuando juego con ellas
a nombrar la belleza
de las cosas buenas.
Y a veces me estremecen
cuando jugando mucho
se juntan en un libro
y leo lo que dijo un poeta:
“soy, en el buen sentido de la palabra, bueno”
Elena León
Pinto 18-04-09 Recital Infanta Cristina (Pinto)
Reservados los derechos de autor ®
Precioso poema. Es muy emotivo y musical de principio a fin.
ResponderEliminarUn beso
Gracias por tu apreciación
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