Los ojos del amor me enseñaron locuras
ahora me enseñan amor.
Lo cotidianamente bueno permanece en silencio
y parece que no existe si no el drama, y la violencia,
y la guerra, y la malversación de fondos, y la ambición,
Cuantas noticias se esconden
en las buenas personas
de la vida extraordinariamente cotidiana.
Un poema nace del dolor, del desamor, de la injusticia,
de la rabia, de la indignación, de la impotencia,
¡qué miedo tener que vivir para siempre!
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Un poema precioso. Vivir en este mundo de injusticias, guerras y ambición sólo se soporta con los lazos de amor y de amistad que creamos.
ResponderEliminar¡Qué nuestro lazo no se desate nunca!
Un beso.
Teresa