Cuando vi la gala benéfica para ayudar a los niños enfermos de cáncer me sentí realmente sensibilizada. Ver sufrir a un hijo ante una enfermedad tan cruel, es una de las cosas peores que puede sucedernos en la vida. Y la enfermedad no se compra ni se vende. ¡Afortunados aquellos que no les toca pasar por este trance!
Sin embargo, pude ver cómo la gente se vuelca ante circunstancias tan adversas y terribles y pone su granito de arena para paliar ese dolor de los niños que sufren y de sus familias. Hechos como estos deberían ser noticia cada día y no bombardearnos con los titulares impregnados de maldad. También hay gente buena, y mucha... y si eso estuviera acompañándonos en la mesa de nuestros hogares y entrara por cada uno de nuestros sentidos, seguramente seríamos más humanos, no albergaríamos tanto rencor, tanta indiferencia, tanta desconfianza. Alguien dijo que la violencia sólo engendra violencia. Pues, lo contrario también debe ser un lema que ha de cumplirse por igual. Y si ofrecemos paz, ayuda, tolerancia, amor, ternura... nuestro corazón se tornará sosegado y en calma, a la vez que nuestro ánimo y espíritu de convivencia nos permitirá ser más felices.
Sin embargo, pude ver cómo la gente se vuelca ante circunstancias tan adversas y terribles y pone su granito de arena para paliar ese dolor de los niños que sufren y de sus familias. Hechos como estos deberían ser noticia cada día y no bombardearnos con los titulares impregnados de maldad. También hay gente buena, y mucha... y si eso estuviera acompañándonos en la mesa de nuestros hogares y entrara por cada uno de nuestros sentidos, seguramente seríamos más humanos, no albergaríamos tanto rencor, tanta indiferencia, tanta desconfianza. Alguien dijo que la violencia sólo engendra violencia. Pues, lo contrario también debe ser un lema que ha de cumplirse por igual. Y si ofrecemos paz, ayuda, tolerancia, amor, ternura... nuestro corazón se tornará sosegado y en calma, a la vez que nuestro ánimo y espíritu de convivencia nos permitirá ser más felices.