jueves, 30 de octubre de 2008


 

 

 

 

 

 

 

Un día ella estaba mirando al mar

y vio volar una golondrina,

admiró su libertad.

Siguió sentada a la orilla del mar

y volvió a ver la golondrina

admiró su libertad,

y pensó...

¡cuánta soledad!

1 comentario:

  1. Acabo de leer "Soledad" y he pensado que si la golondrina vuela yo tengo que empezar a caminar.......

    ResponderEliminar